En una colonia de hormigas donde todos son muy amigables vive una hormiga obrera llamada Flick. Pero cada poco tiempo un grupo de saltamontes se dirige hacia allí para exigir un pago en comida, y son muy agresivos y violentos. Esto es así porque las hormigas aceptaron un acuerdo con ellos, el trato es muy antiguo, y no se atreven a deshacerlo por miedo a las represalias.
Flick es una hormiga lista y rebelde que ya se ha cansado de tener que trabajar para los saltamontes. Y cuando por un despiste hace perder una gran cantidad de comida que estaba destinada para los asaltadores, consiguiendo que estos se enfaden con la colonia entera y amenacen a la princesa, decide que va a conseguir algún tipo de ayuda de insectos algo más grandes para que los defiendan de los saltamontes, por lo que tiene que salir de los límites que marca la seguridad de la colonia viajando a la ciudad.
Allí se encuentra con insectos de todo tipo, muchos de ellos les provocaba terror, pero eso era justo lo que estaba buscando. Al final da con los guerreros idóneos, pero una vez que llegan a su hogar se da cuenta que nos son tan temibles como él se había pensado.